Calatayud monumental
Iniciamos nuestro paseo desde el Museo de Calatayud, en el antiguo convento de Carmelitas del siglo XVII y que recoge una interesante colección de materiales del yacimiento arqueológico de Bílbilis, así como exposiciones (permanentes y temporales). De ahí pasaremos por la “Fuente de los Ocho Caños”, construida en el siglo XVI para traer las aguas a Calatayud. Frente a la fuente, cruzamos la Puerta de Terrer, del siglo XVI. Consta de dos torreones, unidos por un arco rebajado, sobre él, el ángel custodio de la ciudad.
Los blasones de la fachada, corresponden uno a las armas de Calatayud y el otro a las de los Austrias. Actualmente alberga la sede del Centro de Estudios Bilbilitanos. Seguimos caminando por la calle Herrer y Marco, hasta llegar a la pza. de Santa María, donde nos encontramos con una de las principales joyas del patrimonio bilbilitano, la Real Colegiata de Santa María la Mayor, que fue construida sobre la antigua mezquita de la ciudad, por Alfonso I. Era considerada parroquia Mayor e iglesia de la nobleza.
De la construcción mudéjar del templo (siglos XIV y XV) se conservan el claustro, la torre octogonal (68 metros de altura; la más alta de Aragón) y el ábside. El templo consta de tres naves de la misma altura, del tipo de planta salón, en la que el crucero se acusa por la mayor profundidad de sus tramos y se cubre con una cúpula sobre tambor, iluminada por una linterna muy esbelta. Destaca sobre todo la portada. Magnífica muestra del protorrenacimiento aragonés, fue concebida a modo de retablo, labrada en su totalidad en alabastro.
Salimos de la iglesia, giramos hacia la izquierda, por la calle Amparados, y entramos en el Claustro Mudéjar de la Colegiata. En él podremos ver el Museo Diocesano. Enfrente podemos ver el palacio de estilo renacentista aragonés, de los Pujadas de Vezlope,
actualmente en fase de restauración.
Abandonamos el claustro y seguimos por la misma calle, y al final giramos a la derecha hacia la Iglesia de San Andrés, que conserva su fisionomía mudéjar. Está constatado que es una de las parroquias fundadas tras la reconquista de la ciudad a los musulmanes por Alfonso I “el Batallador”.
Consta de tres naves, de distinta altura, cubiertas con bóvedas de crucería. Destaca su torre mudéjar de planta octogonal, con interesantes decoraciones en ladrillo. Delante de su ábside, podemos contemplar una estatua conmemorativa del citado personaje histórico. Cruzamos la Rúa de Dato hacia la calle San Miguel, donde podemos ver el arco que lleva su nombre y que une dos edificios a ambos lados de la calle.
Bajando por la calle Gotor, podemos contemplar la fachada de dos palacios renacentistas de estilo aragonés y llegar a la Pza. de España, conocida popularmente como “del mercado”. Plaza porticada de estilo aragonés, donde se situaba el zoco, el núcleo mercantil musulmán que permaneció hasta la segunda mitad del siglo XX, siguiendo el plano urbano medieval de las ciudades-mercado.
Durante años fue también utilizada para la realización de los espectáculos taurinos. Aquí se encuentra el antiguo Ayuntamiento, edificio del siglo XVI, reformado en el XIX. La mayoría de las casas de la plaza son de los siglos XVII y XVIII. Atravesamos la travesía y plaza de Goya y giramos hacia la izquierda a la Rúa de Dato, donde podemos ver, frente al Palacio del Barón de Warsage, héroe de la Guerra de la Independencia, la Iglesia de San Pedro de los Francos. Fundada para el servicio de los franceses venidos con Alfonso I el Batallador a la conquista de Calatayud.
Construido en el siglo XIV, mantiene la estructura mudéjar de tres naves con altos pilares y bóvedas de crucería y triple ábside, con portada gótica. Actualmente, una vez rehabilitado el edificio, su función es la de Aula Cultural. Salimos del templo, giramos en el primer cruce a la izquierda hacia la calle Marcial, pasamos por la pza. Bardagi, pza. Joaquín Costa, volvemos a girar a la izquierda y entramos en la calle Colegio, hasta la pza. San Benito, que subiremos, para salir a la Pza. del Santo Sepulcro y a la Colegiata, sede de la Orden del Santo Sepulcro. Construida en el 1156, fue arrasada a comienzos del siglo XVI para construir en el mismo lugar la que ha llegado hasta nosotros. Consta de tres naves con crucero y elevada cúpula. Su exterior, todo de ladrillo y con dos torres gemelas en el que se percibe la severidad herreriana, da paso a un conjunto interno de gran armonía que está dedicado al Redentor, sin figurar en él imágenes que no pertenezcan a la Pasión. Es digno de mención el baldaquino del presbiterio construido con ricos mármoles de la comarca. De la primitiva factura mudéjar sólo se conserva una parte del claustro.
Una vez vista la Colegiata, salimos por la calle Sancho y Gil llegamos a la calle Mesones, y legaremos al famoso Mesón de La Dolores, de tres estrellas, forma parte de la Red de Hospederías de Aragón. En él podemos visitar un museo sobre el famoso personaje y una bodega medieval dedicada a Centro de Interpretación de los vinos de la Denominación de Origen de Calatayud.
Sitios de interés
En Calatayud existe una Oficina de Información Turística abierta a toda la ciudadanía y visitantes de la ciudad y de la comarca en general. Se encuentra ubicada en el Antiguo Ayuntamiento de Plaza de España.
Es punto de obligada visita para recibir información detallada de Calatayud y su comarca, donde personal especializado le informará sobre cualquier cuestión relacionada con las posibilidades turísticas, culturales y de ocio.
Desde esta ubicación se inician las visitas guiadas a la ciudad monumental.
El Museo de Calatayud fue creado en 1971 por el antiguo Ministerio de Educación Nacional a partir de la Colección Arqueológica propiedad del Centro de Estudios Bilbilitanos y de los fondos arqueológicos procedentes de las excavaciones del yacimiento romano de Bilbilis, así como de donaciones de particulares. Desde el año 2007 está ubicado en el antiguo Convento de las Carmelitas, edificio del siglo XVII.
Como resultado de la ideología urbanística del Renacimiento, época de apogeo en el embellecimiento y racionalización urbana, Calatayud decidió traer aguas desde los prados del término de Cifuentes y levantar un fuente monumental, en la margen derecha del río Jalón, próxima a la Puerta del Alcántara, en el camino Valencia.
La traída de aguas para esta fuerte queda confirmada por bula del papa Inocencio VIII, junto con mejoras en las defensas de la ciudad, el 13 de mayo de 1491. El presupuesto de las obras se cargó sobre la carne, arbitrando un impuesto de sisa, miaja o tadeo.
La puerta de Terrer, antes denominada puerta del Matador, es una construcción bajo renacentista, posterior al año 1580 como se deduce de sus blasones. Consta de dos torreones de frente semicilíndrico, construidos en ladrillo, y rematados en tejadillos cónicos con aguja. Desde el año 2001 la Puerta de Terrer es la sede del Centro de Estudios Bilbilitanos de Calatayud.
Reconquistada Calatayud por el rey Alfonso I el Batallador el día de San Juan de 1120, la mezquita mayor de la ciudad fue convertida, según la tradición, en iglesia bajo la advocación de la Virgen María en su misterio de la Asunción.
Concebido como una exposición permanente de piezas relevantes del patrimonio mueble de la Colegiata, el Museo ocupa las cuatro crujías del claustro y las salas capitulares vieja y nueva.
Concebido como una exposición permanente de piezas relevantes del patrimonio mueble de la Colegiata, el Museo ocupa las cuatro crujías del claustro y las salas capitulares vieja y nueva.
Este museo fue inaugurado en 2006, aprovechando la infraestructura creada para la exposición “Mater Purísima. La Inmaculada Concepción en el arte de la diócesis de Tarazona” (2005).
En el nº2 de la calle Amparados se conserva el antiguo palacio de los Pujadas de Vezlope ó Berospe, con su fachada transformada a fin de convertirlo en un centro de enseñanza. En la actualidad se encuentra en fase de restauración para convertirlo en sede de la oficina delegada del Gobierno de Aragón.
Edificio de tres plantas con galería típica aragonesa, construido en ladrillo sobre zócalo de piedra caliza.
Se cree que es una de las parroquias fundadas tras la reconquista por Alfonso I el Batallador. De la primera fábrica románica nada se conserva si exceptuamos el crismón sobre la actual portada, y la pila bautismal empotrada en los cimientos del hastial de los pies.
Probablemente sea el edificio civil noble más antiguo que se conserva en Calatayud. En su origen es un palacio aragonés renacentista de finales del siglo XV o principios del XVI. Perteneció al Marqués de Ayerbe y fue la antigua “Posada de San Antón” hasta 1963.